Rio de Janeiro, el Brasil más animado

Desde el Pantanal volamos vía Brasilia a Rio de Janeiro, la capital fiestera del país. Estuvimos sólo dos noches en la ciudad. Nosotros no disfrutamos de la noche de Rio, nos centramos exclusivamente en visitar el Pao de Açucar y el Cristo Redentor en el Corcovado. En este último lugar tuvimos la mala suerte de no disfrutar de las vistas porque la niebla lo inundó todo. Sí, en Rio no todos los días son soleados y espectaculares. La mañana antes de partir hacia Paraty la dedicamos a caminar por las playas de Copacabana e Ipanema. Según los entendidos la playa de Ipanema es mucho mejor, su arena y las aguas están más limpias.

Otra cosa que choca mucho en Rio es la mezcla que se produce entre los edificios más lujosos y las fabelas que inundan los cerros.

Aún así, la vida parece que fluya con relativa tranquilidad, nosotros no nos sentimos en ningún momento en peligro, ahora bien, siempre hay que ir con cuidado.

La visita a Rio fue provechosa y disfrutamos mucho de esta ciudad que está encarada al mar, el mar sin el que nosotros no sabemos vivir.