10/4/08

Sonrisas en Barcelona

La Providencia, una vez más, ha guiado nuestro camino para que pudiéramos cruzarnos con el de otra persona que teníamos muchas ganas de conocer: Jaume Sanllorente, el fundador de Sonrisas de Bombay.
El pasado 31 de marzo(¡festividad de San Vicente Ferrer!) teníamos concertada una visita médica en Barcelona. Gracias a la coincidencia de que ese mismo día Jaume celebraba una conferencia en la misma ciudad, tuvimos la gran suerte de poder asistir para verle, escucharle y saludarle en persona.

Durante su exposición, Jaume fue desgranando uno por uno los artículos de la Declaración de los Derechos Humanos, que celebra 60 años de su proclamación. Tras la lectura de cada artículo, Jaume denunció con destreza el incumplimiento de cada uno de los artículos por parte de gobiernos, dirigentes y la sociedad.

No fue un discurso de crítica destructiva, sino de invitación a la reflexión. Todos y cada uno de nosotros tenemos el compromiso de respetar al prójimo y aportar todo nuestro esfuerzo para conseguir un mundo más justo. Desde ayudar a nuestro vecino, hasta preocuparnos por comprar artículos que no provengan del trabajo esclavo de niños.

Su metáfora refleja fielmente este pensamiento: imaginemos que hay un gran muro negro y queremos pintarlo de blanco. Cada uno de nosotros tiene una pequeña brocha con pintura blanca. Si todos aportamos nuestro pequeño trozo de muro pintado, al final el muro acabará siendo blanco. Si pensamos que nuestra aportación no vale la pena por ser tan pequeña, el muro nunca dejará de ser negro.

¿De qué vale llenarnos la boca de críticas hacia nuestros políticos y dirigentes si nosotros mismos no iniciamos ese cambio de mentalidad y actitud, en el que nuestras vidas se rijan bajo los preceptos del amor, la justicia y el respeto? Ante todo, para recibir antes hay que dar.

La fuerza de las palabras de Jaume, su simpatía, su mirada brillante y, sobre todo, su sonrisa sincera, nos mantuvieron cautivados durante toda la conferencia. El público escuchó emocionado sus palabras y le elogió por su extraordinaria tarea con los más necesitados. Jaume, con una sencillez encomiable, dijo que no se considera un ser especial y atribuyó su éxito a la ayuda de todas las personas que colaboran con su fundación, Sonrisas de Bombay.

Sin embargo,a pesar de lo que diga, para nosotros Jaume es un Héroe de la Solidaridad, un Agitador de Conciencias y, ante todo, un Fabricante de Sonrisas.

1 comentario:

Carlos y Cuca dijo...

y un Constructor de Futuros, añadiría yo..., un creador de esperanzas...
...magnífica entrada y genial narración..., se nota que Jaume cala en la sensibilidad de las personas, las buenas personas, y las hace reaccionar. No todo el mundo tiene el don de transmitir, para que la marea de solidaridad suba e inunde sus costas de ayuda...

un brazo chicos...

Cuidaros mucho.

Hablamos pronto de ese gran viaje por hacer..;-)))

carlos y cuca.