A ponerse delante del ordenador para comprar los billetes de avión, en esta ocasión utilizamos el portal de Asesor Travel, el precio más bajo a través de Internet. La Gomera sólo dispone de aeropuerto local, no tiene conexiones directas con la Península, tal vez ese sea uno de sus encantos, su aislamiento. Volamos desde Barcelona a Tenerife Norte, hasta aquí todo perfecto; ahora viene el periplo para llegar hasta la playa de los Cristianos en el sur de la isla desde donde zarpan los ferries destino a la Gomera. Las compañías Naviera Armas y Fred Olsen disponen de varios barcos que realizan el trayecto de una hora escasa entre la turística playa del inglés y San Sebastián de la Gomera. Estas navieras organizan autobuses directamente desde Santa Cruz de Tenerife al Puerto de los Cristianos; ahora bien, aseguraos de los horarios ya que nosotros no tuvimos la posibilidad de coger ninguno de estos servicios gratuitos y fuimos en Guagua regular, una hora por la autopista canaria, gente, empresas, plataneros y el Atlántico como fiel guardián.
Surcamos el Atlántico rumbo a nuestro destino con un barco de Naviera Armas. En poco más de una hora nos encontramos en San Sebastián de la Gomera, capital del cabildo, poco más de cinco mil habitantes, tranquilidad asegurada. En el puerto nos esperaba nuestro Fiat Punto, lo contratamos a Autos Mulagua, muy buen precio y un coche muy bueno para transitar por las carreteras gomeras, siempre arriba y abajo, cambios de clima y de altura constante. Esta tierra no es apta para los amantes de la velocidad: los acantilados y las curvas no invitan a ella.
Elegimos como cuartel general la población de Hermigua. Nos alojamos en los apartamentos los Tilos, sencillos y funcionales. La próxima vez que vayamos a la Gomera, porque volveremos, nos quedaremos en los Apartamentos la Punta, tiene unas vistas impresionantes sobre el Atlántico y sobre el Teide que corona la isla de Tenerife.
¿Qué se puede hacer en cuatro días en la Gomera?, caminar por los muchos senderos marcados dentro del parque, dejarse caer por alguna de las playas de Valle Gran Rey, disfrutar de las vistas que ofrece la isla y ante todo dejarse llevar por un ambiente sosegado y no apresurado. La gente disfruta del momento, es normal encontrarse en un restaurante tranquilamente acompañado por un lugareño que entona las canciones de su tierra canaria, vive ese instante, lo paladea.
Sobre el Parque de Garajonay sólo deciros que existen múltiples senderos para realizar trekkings, todos bien señalizados, los hay para todos los gustos y niveles físicos. Pudimos ver desde gente muy preparada hasta familias introduciendo a sus hijos en el amor y respeto por la naturaleza.
Como ya hemos comentado la Gomera tiene playa y montaña, de la montaña ya hemos hablado, ahora falta hablar de las playas. En este sentido mención especial merece el Valle Gran Rey, un reducto de los hippies de los años ochenta. Es normal ver familias ya entradas en años que aún conservan el aire y el espíritu de aquellos años de libertad y juventud; ahora son sus hijos los herederos. El ambiente es realmente encantador, aunque como pasa en muchas ocasiones son los centroeuropeos, principalmente alemanes, los que han sabido sacar mejor provecho a este entorno.
Como siempre en nuestros viajes intentamos aprender cosas nuevas y descubrir rincones para darlos a conocer posteriormente. En esta ocasión queremos recomendar el restaurante “las Chacaras” de Hermigua. Muy buena comida típica canaria, César os atenderá profesionalmente y os explicará todos los secretos que guarda la isla.
La Gomera, una isla mágica.
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