
Seguro que desde allá arriba, seguirá amando a los pobres de la India, continuará enviando su energía positiva para que la gran obra que empezó siga avanzando cada día hasta que la pobreza sea erradicada completamente.
Los que hemos tenido la suerte de conocerle en persona, sabemos que él no tenía miedo a la muerte y que era un gran luchador. Desde aquí rezamos por su alma y hemos de tener la fortaleza de luchar por un mundo mejor, como él nos enseñó.
* Fotografía Fundación Vicente Ferrer
3 comentarios:
Es un día triste sí. Ha sido un gran hombre, un sabio.
No lo olvidaremos, su trabajo es un ejemplo para todos.
Por suerte Anna, Moncho y todo el equipo van a continuar su obra en Anantapur.
Somo unos privilegiados por haber podido compartir momentos con él.
Un abrazo!
Hola Sònia!
Pues sí, como bien dices, él no tenía miedo a la Muerte, al contrario decía que ese Paraiso (como él llamaba al cielo) le estaba esperando.
Y como bien dice Edu somos unos privilegiados por haber compartido momentos con él.
Ahora nos toca a nosotros, seguir todo ese camino que un día empezó este Ángel.
Bexitusssssss
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