17/10/09

Uluru, Kata Tjuta y Kings Canyon, paseando sobre la tierra roja


Paseando sobre la tierra roja, así titulamos esta entrada. Queremos honorar de esta manera el libro que Francesc Escribano escribió sobre la figura de Pere Casaldàliga.
Tres días en el Outback dan para mucho, paisajes nuevos, olores y sensaciones hasta ahora desconocidas. El desierto nos deparó muchas sorpresas.


Llegamos a Alice Springs en el vuelo de Qantas procedente de Darwin. Era ya media tarde cuando se anunció la llegada al aeropuerto de Alice. Un fuerte viento lateral hizo poner a Sonia en tensión, Juan como si eso fuera normal ni se inmutó. Al aterrizar conocimos a una profesora australiana que nos dijo que ese viento y el aterrizaje no habían sido muy normales, el viento del desierto nos jugó una mala pasada. La profesora era de la zona de Melbourne, una señora muy simpática, con ganas de hablar y de conocer gente nueva. Nos explicó que daba clases de inglés en las comunidades aborígenes, se mostraba entusiasmada y orgullosa de su trabajo a pesar de las condiciones de vida de los autóctonos de estas tierras, según ella misma vivían en el tercer mundo. Más tarde en Alice pudimos observar que las palabras de la profesora desgraciadamente eran bien ciertas.

Volvamos al viaje, del aeropuerto de Alice nos dirigimos a la ciudad, 15 minutos escasos en un shuttle bus, 29AUD ida y vuelta. El conductor del autobús comenzó a decir "guay eich ei guay eich ei", no nos dimos por aludidos; acto seguido alguien dijo "youth hostel" y entonces caímos en que nos estaban llamando a nosotros. Después aprendimos que aquí a los albergues internacionales les llaman por las siglas YHA. El albergue Pioneer está muy bien, una gran cocina comunitaria y habitaciones cómodas, recomendable al 100%.

Alice Springs es un pueblo al pie de la Stuart Highway, a medio camino entre Adelaida y Darwin, a unos 1500 kilómetros de cada una de estas dos ciudades, aquí al lado. Nos encontrábamos en medio de ninguna parte, desierto por aquí, desierto por allá. El pueblo se concentra alrededor de cuatro calles. Hoteles, restaurantes y agencias de viajes forman el paisaje. Es un pueblo que sirve como base para enfrentarse al Outback y su icono más famoso, el Uluru. A parte de los locales para turistas, el paisaje también lo forman los aborígenes, alcoholizados, tristes y perdidos, este tema ya lo trataremos en una entrada dedicada a los intocables de Australia.

De Alice al Outback y al Uluru
. Para realizar el viaje escogimos la agencia "The Rock Tour", todo un acierto. Contratamos el viaje a través de YHA. Nos costó 345AUD la excursión de tres días en camping con la visita al Kings Canyon, Kata Tjuta, Uluru y un par de noches en el albergue. También se puede realizar la excursión por tu cuenta con un coche de alquiler, nosotros preferimos no hacerlo porque las distancias son enormes, más de 400 kilómetros en línea recta por buenas carreteras aunque por momentos inhóspita y solitaria.

A las 6 de la mañana partía nuestro tour. Puntual, se nota la herencia británica, apareció Sarah, la conductora, cocinera, guía y chica para todo, en nuestro argot la podríamos denominar como una chicarrona. Sarah lideró el grupo perfectamente por el desierto rojo, un grupo de veintiún aventureros de diferentes nacionalidades.

Dejamos atrás Alice y en pocos minutos el autobús encaró la Stuart Hwy. Para hacer más amenos los 400 kilómetros hasta nuestro primer destino Sarah propuso que nos fuéramos presentando al grupo. Juan se enrolla, habla sobre los viajes que hemos realizado, vaya que casi duerme a la audiencia. Sonia se muestra más comedida aunque no menos locuaz, habla con pasión de su amada India y de la Fundación Vicente Ferrer, como mínimo este grupo de ingleses, alemanes, croatas y holandeses ya saben quien era Vicente.

Cuatro horas después de dejar Alice llegamos a nuestra primera parada, Kings Canyon. Magnífico cañón, uno de los más viejos del mundo. Para visitarlo hicimos una caminata de unas tres horas, bastante asequible para todo el mundo. El paisaje es espectacular, además, no hace mucho calor, más bien hace fresco, clima perfecto para realizar una caminata agradable. Preguntadle a "Priscilla reina del desierto" por la caminata de Kings Canyon.

Después del trekking otra vez al autobús, carretera y otros 400 kilómetros destino al parque nacional de Uluru y Kata Tjuta. Comemos en el autobús un sándwich, algo muy común por estos lares. El sol se va poniendo en el horizonte y una gran roca se empieza a divisar. La emoción nos inunda, algunos susurramos "mirad el Uluru". Sarah nos indica que estamos equivocados, es el Monte Conner, conocido como el Uluru de mentira. No es el original pero no por ello menos espectacular.


Primera parada antes de llegar a nuestro campamento. Nos bajamos todos y siguiendo las instrucciones de Sarah recogemos ramas secas, grandes y largas que servirán para preparar el fuego de campaña. Nos ponemos perdidos, Juan está en su salsa, tirando de esta rama, clavándose una astilla en la palma de la mano, tiznándose la ropa y la cara, vaya que está disfrutando como un chaval. Una vez recogida la leña hay que cargarla en el autobús, el pasillo se convierte en un almacén improvisado, hay que saltar por encima de las maderas para llegar a nuestros asientos. Esta excursión cada vez nos gusta más.


La noche comienza a caer y finalmente llegamos a nuestro campamento nocturno. En el desierto, a unos 100 kilómetros del Uluru y en medio de ninguna parte. Sólo se oye el silencio. Como dicen por aquí, Awesome (Fantástico). Sarah preparó el fuego y la cena, todos colaboramos, fue un trabajo en equipo. Después de algunas cervezas y algunas historias nos metimos en nuestro saco-tienda (swag) y a dormir acompañados por la luz de las estrellas que titilaban bajo el cielo australiano. Buenas noches, sweet dreams.


A las 5 de la mañana ya estábamos todos en pie. Sarah nos transmite su energía, ¿será la magia del desierto la que despierta en ella esa vitalidad? Un desayuno rápido y todos al autobús, caras somnolientas, otras ya bien despiertas y ante todo muchas ganas de afrontar un nuevo día en el desierto rojo. Tras una hora y media nos plantamos ante la puerta del parque nacional "Uluru y Kata Tjuta". En primer lugar nos dirijimos a Kata Tjuta, esta formación rocosa se compone de varias montañas, la más famosa The Olgas. El trekking no dura más de una hora a través del Valle de los Vientos, el paisaje es otra vez sensacional. Formas moldeadas por el paso de los milenios, por el viento que golpea la roca y le da forma.


Parada para reponer fuerzas y destino al centro de visitantes del Uluru. Leemos algunos de los plafones donde se explica la historia de los aborígenes, la historia del parque y la historia de integración entre el hombre blanco y los dueños de estas tierras, según la dirección del parque "Working Together". Los guardas quieren aplicar las técnicas que los aborígenes siguen desde el origen del Dream Time. Nosotros aún nos planteamos si realmente trabajan conjuntamente, pocos guardas aborígenes vimos. Aún y así, daremos un voto de confianza a los rangers del parque.

A continuación nos fuimos a ver la maravillosa roca, el Uluru. Tiene algo especial, emana energía, buena energía. En nuestra primera visita dimos una pequeña vuelta alrededor de "The Rock" y al atardecer disfrutamos de la puesta de sol. A medida que el sol se pone en el horizonte el Uluru nos deleita con cambios de color, del marrón pasa al amarillo y finalmente se oculta en la oscuridad de la noche.


El día se ha acabado, esta noche dormimos en el camping de Ayers Rock. Nos damos una ducha y nos adecentamos un poco, se agradece algo de agua en el cuerpo después de dos días paseando por el desierto rojo. Sarah prepara otro fuego y otra vez al saco, antes de cerrar los ojos vemos el destello de una estrella fugaz, pedimos un deseo. Cerramos nuestros ojos con la esperanza de que la estrella guíe nuestro camino hacia tí.

Wake up boys and girls, estas palabras resuenan en nuestros oídos. Son las cuatro y media de la madrugada y Sarah ya está en pie preparando de nuevo el fuego y calentando el ambiente. Hay que levantarse muy temprano para dar la bienvenida al día frente al Uluru. Otra maravillosa visita. Los colores, ahora más cálidos, van tomando la roca, el sol aparece en el horizonte y la piedra sagrada de los aborígenes se despereza y muestra su mejor cara a los miles de curiosos que nos encontramos frente a élla.


Qué frío pasamos hasta que el sol no calentó a las miles de almas que observábamos la postal entre atónitos por la belleza y congelados por el gélido aire del desierto. Una recomendación sobre el frío, llevad con vosotros un buen forro polar os puede hacer falta. El desierto es traicionero, el contraste térmico es muy acusado. Se pasa tranquilamente de los 30ºC al mediodía a los 5ºC por la noche, eso durante la primavera, en invierno será peor.

Es hora de recorrer los nueve kilómetros que rodean la roca. Antes de empezar Sarah nos explica el porqué no hay que escalar el Uluru, hace una muy buena comparativa: A que vosotros no escalaríais una catedral, pues pasa lo mismo con el Uluru, es la catedral de los aborígenes. A pesar de esta reflexión siempre hay personas que no tienen en cuenta el carácter religioso del lugar y profanan la roca; será que se sienten más poderosos o será que definitivamente son estúpidos, ellos mismos. Nosotros desde aquí os pedimos ¡No escaléis el Uluru!, Do not climb Uluru!.

Ahora pongamos algo de humor a la visita del Uluru. Una de las partes más sagradas de la Roca tiene un nombre bastante particular.


Vaya cara pusimos al leerlo, vosotros mismos. Fue la broma de nuestros compañeros de viaje, como sabían de nuestra procedencia hispana todos nos preguntaron por el significado de estas dos palabras "Mala ...". Vaya bromas que deparan los idiomas. Toni, como buen lingüista, seguro que podría explicarnos muchas más.

A las 12 del mediodía recogemos todo y otra vez a la carretera, nos esperan cuatro cientos kilómetros de vuelta a Alice Springs. Unas cabezadas y unas risas y ya avistamos el cartel de entrada a la antigua capital del oro. Son las cinco de la tarde y ya estamos de vuelta al albergue, hace una buena tarde aunque un poco fresca. Damos una vuelta por el centro y compramos un cuadro a una señora aborigen, es una forma digna de ganarse la vida para las familias de los intocables de Australia.
Antes de ir a cenar pasamos por el Coles a comprar alguna cosa para el desayuno del día siguiente. Allí vemos a la familia aborigen como paga con el billete que hacía escasos minutos había servido como contrapartida al cuadro acabado de vender, a esto llamamos nosotros aplicación del comercio justo en Australia.


Como fin de fiesta a los días en el desierto nos reunimos la gente del grupo en Toddy's para cenar. Unas cervezas, un steak y un músico tocando en directo, cena tradicional australiana. Pero como estamos en el desierto tenemos otra sorpresa, a Juan ni se le ocurrió acercarse pero Sonia, la amante de los animales, no lo dudó ni un momento.


¡Sí, sí! la serpiente es de verdad.

A las tres del mediodía sale nuestro vuelo de Qantas destino a Melbourne, la Great Ocean Road nos espera.

El paseo por el desierto rojo fue fantástico, los paisajes y los compañeros de viaje nos hicieron pasar tres días inolvidables. Gracias a Sacha, Marko y a Sarah por compartir vuestras historias con nosotros, no os olvidaremos.

Cool Bananas !!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

aunque parezca extraño el término el Uluru es considerado el ombligo del mundo, y cómo no si es el lugar sagrado de sus nativos australianos, inclusive no es permitido tomar fotografías en aquel sitio, sin embargo al borde del parque se encuentran otras alternativas para pasar un maravilloso tiempo en esta zona. Aquí les dejo algo al respecto que de seguro les va a encantar http://mundoviajes.portalmundos.com/australia-uluru-el-ombligo-del-mundo/